¿Por qué tu ONG necesita un plan de formación continua y qué puede ocurrir si no lo tiene? Esto es lo que te voy a intentar explicar, ya que cómo consultor social llevo 10 años viendo como muchas entidades cometen el mismo error una y otra vez.

Muchas personas que trabajan en una ONG piensan que por tener un título universitario relacionado con el puesto de trabajo que ocupan ya es suficiente para desempeñar sus funciones durante toda la vida. Pero ¿Qué ocurre cuando la tecnología y las nuevas formas de comunicar pueden influir en ese puesto de trabajo?

La tecnología y las dinámicas sociales cambian continuamente y eso es lo que realmente afecta a las formas de entender nuestro trabajo. Por ejemplo, hace años no existía el cyberbulling o las adicciones a las Redes Sociales, hoy en día, no podemos negar su existencia.

En este sentido, hace años no se contemplaba tener un presupuesto para invertir en publicidad digital, tener varios canales de comunicación en Internet o conseguir leads para poder ampliar nuestra base social. Ahora, estas cuestiones y muchos otras son los retos a los que se enfrentan las ONG a nivel de comunicación y captación de fondos.

¿Por qué es necesario un un plan de formación para ONG? Y es que:

  • Puede que no cambie «el qué». Conocimientos para el desempeño de las funciones vinculadas al puesto requerido en cada Área de la ONG. Hay teorías sobre las relaciones de cooperación, los procesos organizacionales y las cuestiones sociales que no han cambiando desde hace 50 años. A día de hoy, siguen vigentes.
  • Pero…Seguro que cambiará «el cómo». La metodología para conseguir cumplir con tus objetivos. Puede que no haya cambiado la naturaleza de tu trabajo, como por ejemplo el de ofrecer asesoramiento sobre cuestiones sociales, pero si que ha cambiado la forma en la que debes sensibilizar a la sociedad.
  • También debe cambiar tu posicionamiento y actitud frente a nuevos cambios que estar por venir

La tecnología y las nuevas formas de comunicar cambian y avanzan constantemente, por lo que trabajar en el plan de formación para ONG es necesario y obligatorio. ¿Por qué? Porque los cambios en los planes educativos (títulos universitarios) se producen de forma mucho más lenta que las demandas sociales.

Un plan de formación para las ONG

En primer lugar, de la misma manera que un profesional intenta saber todo lo relacionado con su puesto de trabajo para seguir siendo competente, debería, también, estar atento a todos los cambios que pueden alterar la naturaleza de su trabajo e intentar prevenirlos ¿Cómo? Mediante el plan de formación para ONG. De lo contrario, sufrirás lo que se denomina el efecto devaluación. Te lo explico en el vídeo.

Eso de esperarse a final de año para hacer todo el equipo una formación, pues…ya no funciona. El propio trabajador debería auto gestionarse el aprendizaje mediante estas 4 fases:

  • Detección del problema o la carencia: debemos saber cuándo y en qué situaciones tenemos dificultad para realizar nuestro trabajo.
  • Identificación de las necesidades: tenemos que saber ver que esa dificultad para realizar nuestro trabajo se debe a que no tenemos la formación necesaria sobre un conocimiento que ahora es imprescindible para desarrollar nuestro trabajo.
  • Ejecución del plan formativo: en función de los dos puntos anteriores, buscamos la formación más adecuada para formarnos sobre aquellos aspectos que necesitamos.
  • Aplicación de la formación a su puesto de trabajo: valoramos la formación en función de cómo la aplicamos a nuestro día a día, si en realidad ha resuelto las carencias que teníamos al principio.

La formación continua no es ‘un periodo en el calendario en el que toca formación’ es una administración diaria del tiempo dedicada a aprender lo necesario para aplicarlo en nuestro puesto de trabajo.

La formación también se puede impulsar desde el Área de Dirección mediante las reuniones de seguimiento. El director o directora de una entidad social debe ser como un director de orquesta capaz de detectar si un instrumento desafina en una nota o no entra a tiempo para poder corregirlo.

Otra manera distinta aunque difícil al mismo tiempo es el Learning by doing. ¿Te acuerdas cómo aprendiste a conducir? Con un profesor de autoescuela al lado diciéndote lo que hacías bien o lo que hacías mal ‘mientras’ lo hacías. Pues eso.

Afortunadamente, existen muchas maneras distintas de formarse, muchas de ellas gratuitas o realizando una mínima inversión.

La actitud frente a la formación continua

Si sabemos que el cambio es la única constante ¿por qué ofrecemos resistencia? Una de dos, o tenemos una capacidad para auto sabotearnos o no somos conscientes de que con nuestra actitud estamos poniendo en peligro nuestro puesto de trabajo en la ONG.

Te propongo que cambies la perspectiva y que pienses en lo siguiente:

Tienes trabajo porque existen los problemas. Cambia tu actitud respecto a ellos y asúmelos con normalidad.

Jose de Shofund

¡A formarse!